Con esta última entrada, cierro
las notas diarias sobre Ana,, mi mujer. . Reconozco que, escribiros en Facebook, me ha ayudado muchísimo.
He podido compartir mi dolor sin invadir vuestra intimidad. Por el contrario,
vuestros mensajes de aliento me han servido para alimentar mi fuerza e intentar
ayudar a quien más quería. Os lo agradezco expresamente.
Sin embargo, mis hijos y yo estamos
muy afectados. El sábado, día de inhumación de las cenizas, mis hijos me
dijeron claramente que querían disfrutar de su madre, por última vez. Lamento
si alguien se puede haber molestado porque no hayamos seguido la tradición
pero estaban cansados. Tampoco, los cuatro formábamos una familia clásica.
Ellos querían soledad y recogimiento. No puedo negar la evidencia. Ellos han
perdido a su madre.
Ahora, se inicia un nuevo
período. Espero estar a la altura de esta nueva tarea.
Gracias de todo corazón.
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