domingo, 8 de marzo de 2015

Sobre el día internacional de la mujer.

Las mujeres constituyen la mitad de la población. Esta obviedad estadística debería bastar para un reconocimiento de derechos. Sin embargo, no lo es. Principalmente, en zona de conflicto armado, a menudo, son una triste oportunidad para los contendientes quienes afirman defenderlas, por supuesto, sin su consentimiento. 

Tal es el caso de BokoHaram, el grupo terrorista de Nigeria, que justifica su actuación mediante una interpretación torticera del Islám. Para los estudiosos de las redes sociales, dejo las lecturas del hasthtag #BringBackOurGirls que van del apoyo a la sociedad civil nigeriana a la ola de sentimentalismo global, con “celebrities” posando con carteles reivindicativos.Frivolidades al margen, el Comité contra el Terrorismo del Consejo de Seguridad de la ONU acaba de incluir a Boko Haram, en su lista de organizaciones terroristas.

Sin embargo, después de una guerra, las mujeres deben participar activamente en los cambios y soluciones que afectan a la sociedad, incluyendo la resolución de conflictos posteriores.

La experiencia, en muchas resoluciones de conflicto, ha demostrado que es de importancia crucial permitir la participación plena e igualitaria de las mujeres en materia de paz y seguridad. La inclusión de las mujeres aumenta la probabilidad de lograr una paz duradera.
Desafortunadamente, las mujeres a menudo no son vistas como partes interesadas en los procesos de paz. Invitadas a tomar las armas en tiempo de guerra, son relegadas a tareas auxiliares en tiempo de paz.  Tal es la situación del actual proceso de Paz en Colombia.

A menudo, han soportado mayores cuotas de crueldad en los conflictos que los hombres. Por lo tanto, deberían recibir sus proporcionales reparaciones y/o indemnizaciones. En esta línea, trabajan allí varias ONG. Una de ellas, ABColombia. Es un grupo de reconocidas organizaciones del Reino Unido (RU) e Irlanda con diversos programas de trabajo en Colombia, entre otros, un impresionante trabajo sobre la violencia sexual sobre las mujeresdurante el conflicto.


Por todo ello, el mundo necesita ir más allá de ver a las mujeres como civiles pasivos o meras víctimas y reconocer el papel crucial de las mujeres en la reconstrucción de las sociedades y la promoción de la paz.

Las mujeres deben desempeñar un papel como tomadoras de decisiones en todas las fases de resolución de conflictos, tanto en las conversaciones de paz para la reconciliación, como en la prevención de futuras recidivas de los conflictos.

El decimoquinto aniversario de la adopción de resolución 1325 del Consejo de seguridad de las Naciones Unidas es un recordatorio de la necesidad de concertar mayores esfuerzos para dar una voz a las mujeres en la consolidación de la paz. Mediante la adopción de un Plan de acción nacional sobre mujeres, paz y seguridad, cada gobierno local podría contribuir sustancialmente a las aspiraciones de UN de la implementación de esta importante resolución.


La igualdad de derechos para hombres y mujeres y la protección de los derechos humanos son esenciales para la seguridad y una paz sostenible en el mundo.

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