sábado, 21 de marzo de 2015

21 de marzo: Día internacional para la eliminación de la discriminación racial

Hace 49 años, la ONU proclamó que el 21 de marzo sería el Día Internacional para la Eliminación de la Discriminación Racial. A pesar del casi medio siglo transcurrido, España se incorporó bastante más tarde a este combate. Formalmente, esto ocurrió tras la aprobación de nuestra Constitución cuyo artículo 14 consagra la igualdad de todos los españoles, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social.

Sin embargo, el camino de la igualdad aún no ha llegado a su fin. Los viejos demonios del imaginario español reaparecen regularmente. El extranjero, el judío, el gitano, el musulmán, o el sin papel vuelven a ser los chivos expiatorios de todos los males y todas las injusticias de esta sociedad que les golpea con más vehemencia.

Aprovechándose de la desesperación de una parte cada vez mayor de la ciudadanía, en España como en el resto de Europa, la extrema derecha avanza. Su discurso xenófobo se presenta reconfortante para una parte de la población. Además, la aparente impunidad de las redes sociales permite una libertad de expresión que se utiliza para divulgar discursos racistas, xenófobos y homófobos.

Sin embargo, la extrema derecha formal, estructurada en partidos políticos, no es la única emisora de estos mensajes.  El mar mediterráneo se ha convertido en el cementerio de miles de emigrantes africanos. En Europa, se ha orquestrado una campaña “Mos maiorum” de expulsiones de extranjeros vienen precedidas de redadas masivas para legalizar detenciones arbitrarias. En varios países, los gitanos son expulsados de sus chabolas, supuestamente porque roban. No es más que un cálculo economicista a corto plazo. ¡Qué más da si los niños estaban escolarizados y los padres en proceso de integración!

En España, cuando los gobernantes autonómicos vomitan palabras estigmatizantes, los ciudadanos de sus comunidades se sienten legitimados para practicar actos racistas de manera cotidiana. En el plano nacional, es necesario recordar que las redadas masivas fueron aprobadas en la circular 1/2010 del 25 de enero, de la Comisaría General de Extranjería y Fronteras de la policía nacional. Duramente criticado por los sindicatos policiales, Alfredo Pérez Rubalcaba, a la sazón, ministro del ramo acudió a los medios de comunicación para defender una mala interpretación de la misma. Sin embargo, no la derogó. Los controles efectuados a aquellos que no tienen la tez blanca han continuado. Los africanos y los latinos siguen siendo destinatarios de estas actuaciones denigrantes.

El once de enero, millones de ciudadanos europeos afirmamos nuestra solidaridad con el ideario de « Je suis Charlie ».  Hubo un pronunciamiento masivo en contra del odio. Sin embargo, desde esta fecha, los actos islamófobos han aumentado de manera importante. En Francia, en enero, este incremento representó un 70% respecto de 2014. Los actos antisemitas se han multiplicado por dos.

Por todo ello, hoy, 21 marzo, hay que renovar nuestro compromiso de lucha contra toda forma de racismo en nuestra sociedad. Es indudable que el racismo se alimenta sobre las desigualdades. El objetivo debe ser la verdadera igualdad de derechos. La solución pasa por una movilización de toda la ciudadanía en lucha contra los problemas sociales y políticos que son los verdaderos generados de sufrimiento y desigualdad en España.

El ideal de nuestra Carta Magna sigue siendo válido: Todos somos iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social.

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